La princesa Mako de Japón, ya empezó su nueva vida en Nueva York, en Estados Unidos, tras casarse con el plebeyo Kei Komuro, su novio desde la universidad.
Al casarse con Kei, ella renunció a su estatus real, puesto que según las leyes japonesas, los miembros femeninos de la familia imperial pierden su posición si se casan con un “plebeyo”, aunque esa regla no aplica a los miembros masculinos.
La mujer de 30 años, hija de Fumihito de Akishino, príncipe heredero de Japón, hermano del emperador Naruhito, fue vista haciendo compras en un súper de la ciudad, completamente ajena a los paparazzi que la sorprendieron.
En una rueda de prensa que la pareja ha dado el mismo día de la boda, Mako se disculpó ‘por cualquier molestia’ que su matrimonio pudo haber causado y agradeció a quienes siguen apoyándolos.
Ella se explicó: “Para mí, Kei es irremplazable. El matrimonio fue una opción necesaria para nosotros”.